Justin, el robot personal que hace el té, y el espejo mágico, son algunas de las apuestas con las que las tecnológicas quieren seducir al público en esta nueva edición de la feria que se celebra en Alemania.
Como sabemos, las megaferias son la gran oportunidad de las empresas tecnológicas para seducir a los consumidores y a los medios de comunicación con sus apuestas más sorprendentes.
Las curiosidades gustan y los eventos de este calibre son aprovechados para presentar en sociedad los productos que las compañías denominan del futuro.
CeBIT, por más que esté devaluado, no es la excepción y el panel de expositores se colmó de apuestas de negocio poco ortodoxas. La más parecida a la media actual de productos tech es el teclado con pantalla táctil presentado por Asus.
Además de las teclas tradicionales, la herramienta incorpora un teclado táctil similar al de los smartphones desde el cual el usuario puede interactuar con su equipo. Este dispositivo ya habia sido presentado durante el CES de Las Vegas, pero parece que los europeos no se habían enterado.
Pero el tecladito no es la única solución curiosa y, ni mucho menos. La más llamativa de todas las propuestas es quizás. Justin, el robot que prepara el té, un prototipo realmente sorprendente.
Tal y como explican sus creadores, las utilidades de Justin son múltiples: además del servicio doméstico, el robot puede ayudar a los astronautas en el espacio.
A Justin se suman, en el gabinete de curiosidades, el WC adaptado a las necesidades de los ancianos gracias a tecnología punta, las nuevas opciones de control de equipos que permiten “interactuar con la tecnología sin tocarla” o el espejo mágico, que a través de hologramas permite decidir qué ropa te quedará bien o mal.
Bien yo creo que en el CeBIT podrían haber expuesto mi dispositivo tecnológico del momento, que como todos saben, es la papa.
¿Cuándo tendremos un evento que se le parezca aunque sea un poco en Latinoamérica?
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